lunes, 5 de agosto de 2013

El club de la lucha, Chuck Palahniuk


«La primera regla del Club de la Lucha es: Nadie habla del Club de la Lucha»

Título original: Fight Club
Autor: Chuck Palahniuk
Editorial: Debolsillo
Género: Drama
Número de páginas: 218
ISBN: 978-84-7669-308-7
Precio: 8'50 €
Sinopsis: Cada fin de semana, en sótanos y aparcamientos, jóvenes oficinistas se quitan las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes regresan a sus despachos con los ojos amoratados, algún diente menos y un sentimiento embriagador de omnipotencia. Estas reuniones clandestinas son parte del plan con el que Tyler Durd, proyeccionista, camarero y oscuro genio anárquico, aspira a vengarse de una sociedad enferma por el consumismo. Una de las novelas contemporáneas más originales, que ha llegado a convertirse en un clásico underground.

«Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos»
Crítica: Qué podría decir de este libro, que es único, perturbador, reflexivo, corrosivo, hilarante, filosófico, demoledor, inteligente, rompedor, y en definitiva, que merece el calificativo de ''obra de culto''.

El Club de la Lucha es diferente a todo lo que yo había leído hasta ahora, no sólo por la temática fuertemente anarquista y anticapitalista (no me gusta la lectura política), sino por la forma de narrar la historia (NUNCA había visto a nadie escribir así).
Fight Club es la obra de un genio, en doscientas páginas en capaz de contener todo un movimiento ideológico perfectamente estable, una forma de vivir, un manual de filosofía y una lección imborrable.
La novela es bastante dura y muy perturbadora, las escenas de violencia son explícitas (más que en la película), en definitiva, es impactante, pero lo más importante es que al terminar de leerlo te quedas con la sensación de ''esto tiene lógica, ésto podría creérmelo yo y seguir lo que propone Tyler''. Y eso es lo más difícil de lograr.

Palahniuk juega con el nihilismo social, con la decadencia del hombre contemporáneo frente a lo banal y frívolo de su entorno. El mismo Tyler representa el terrorismo consumista. con sus actos bandálicos simplemente busca implantar algo de caos en una sociedad que se ha acostumbrado tanto a vivir tranquilamente, que es incapaz de moverse por nada. La frase de "Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es la vida" creo que lo dice todo ¿no? O cuando se afirma que ningún ser humano es imprescindible porque todos somos iguales, algo duro pero totalmente cierto, y muy en contra de lo "moralmente correcto". Por no hablar de los conceptos existencialistas que se tratan a lo largo de todo el libro, y que se resumen en el momento en que se menciona que "solo cuando se pierde todo somos libres para actuar" que si te pones a analizar esa frase puede sacar teorías bastante interesantes. Y Todas bastante nihilistas y existencialistas. Palahniuk no busca pintarte el lado bonito de la vida, sino todo lo contrario. Transforma la vida apacible como algo negativo, el amor como algo puramente obsesivo y dependiente, el sexo como algo banal y sin ningún romanticismo y él es así, trata las cosas con crudeza. Por algo pertenece al "Realismo Sucio".

«Un instante es lo máximo que se puede esperar de la perfección»
Se caracteriza por su sobriedad y reducción a lo simple en materia expresiva, sin excesiva adjetivación o figuras retóricas; personajes vulgares con existencias grises; temas que reflejan la vida de estos protagonistas rutinarios enclavados en un escenario mediocre y banal. 
Palahniuk aplica estos preceptos en su prosa directa, sórdida y descarnada, compuesta por frases cortas, diálogos abundantes y destellos irónicos de humor negro, que, en ocasiones, es negrísimo. Sus personajes pertenecen a la marginación, ya sea social o afectiva; unos desechos humanos que chocan contra el estilo de vida occidental, incorporando una sátira feroz con una brutal carga subversiva.

Escrita en 1ª persona, el autor pormenoriza los pensamientos y las vivencias del estrafalario protagonista, un insomne que además, por si fuera poco, es obsesivo y con adiciones mórbidas. Es una narración con apariencia inconexa, febril y caótica (en realidad todo lo contrario), con frecuentes saltos de tiempo y lugar; una discontinuidad de la línea temporal que obedece según se precisa los recuerdos, reflexiones, divagaciones, emociones y actos. La naturaleza argumental está confeccionada en dualidades: vida-muerte, salud-enfermedad, bien-mal, libertad- violencia, amor-sexo, realidad-ficción, vigilia-sueño, salvación-condenación, éxito- frustración.

La historia que tiene su inicio o, mejor dicho, su razón de ser en una relación que se modifica en un insólito y nada convencional triangulo pasional, aunque la intriga se adentra y explora otros temas principales. El fondo de la ideología, con matices de desorden, anarquía, inconformismo y rebeldía, es uno de los asuntos más atractivos de la novela. Por el texto se precipita una gran corriente crítica contra el capitalismo y el consumismo; donde la juventud, una generación maldita sin revolución o crisis, está abocada a ir a la deriva por la vida. Se está llegando a un estado peligroso de adocenamiento, los instintos primarios desaparecen y hay indiferencia ante la existencia, pues todo gira en pos de la autosuperación con el único gran objetivo: el dinero. Todos somos los nuevos prisioneros de esta esclavitud, donde la felicidad (materialismo) se compra, y si se estropea se adquiere otro artículo mejor y más moderno.
Las verdaderas necesidades de cada uno están en disputa contra el ritmo y el medio actual de vivir. Se lucha por salir del error de unificar lo comúnmente establecido por la sociedad: las posesiones y el éxito es igual a la identidad y la valía de la personalidad.
La otra figura principal, el visionario Tyler Durden (gurú, genio, mito o loco), propugna seguir un ideario compuesto por aforismos, envueltos en una capa de violencia y radicalismo. Su mensaje libertario y apocalíptico (contradictoriamente tiene simbolismos y evocaciones religiosas: iluminación, mesianismo, bautismo, sacrificio, etc.) es la autodestrucción: una bajada a los infiernos (interno y externo) en cuyo camino hay renuncias, dolor, muerte y un cambio de valores junto con la forma de pensar.

«En el club de la lucha luchas contra todas las cosas que odias en esta vida»
Con toda esta vorágine de conceptos y actitudes, Palahniuk ha compuesto un mosaico contemporáneo y fresco del mundo presente. Una trama que en muchos puntos es extremista, aparatosa y exagerada, pero que no puedes evitar que te golpee una sensación de rabia, y como respuesta estás dispuesto a cambiar el entorno, la “verdad” y las reglas que todos hemos heredado. Por supuesto, me refiero a una “violencia” de ideas, nunca de hechos.
Es la típica lectura que podrá gustar o no, pero que no deja indiferente.

Mención especial a la adaptación cinematográfica, casi tan buena como el libro, muy fiel a la novela (excepto el final, que es mucho más conclusivo que el original), con una interpretación brillante de Brad Pitt, Edward Norton y Helena Bonham-Carter, y un gran trabajo por el director David Fincher a la hora de adaptar lo inadaptable. Una obra maestra del séptimo arte.

3 comentarios:

  1. WOW. Me encantó tu comentario sobre este libro. Yo estoy a punto de terminarlo y cada página que leo es mejor que la anterior. Tampoco había leído a NADIE que escriba como lo hace Chuck Palahniuk (en este libro, por lo menos), y estoy muy contenta de haberlo encontrado.
    Saludos.
    Eli

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    1. Te lo agradezco de corazón, Leí ''Fight Club'' este verano y la verdad es que es de los libros con los que más he disfrutado en la vida.
      Un saludo

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  2. Yo acabo de terminar el libro. Absolutamente recomendable. Es duro, brutal y certero. La forma como escribe Palahniuk es envolvente, adictiva. Recomiendo de este autor, además de este libro, 'Asfixia' y 'Fantasmas'. ¡¡A disfrutar con unas lecturas totalmente provocadoras.

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