viernes, 12 de octubre de 2012

Fama

Siento haber abandonado el blog estos dos últimos meses, pero la verdad es que no encontraba razones para seguir, ni inspiración para escribir.
Tras esto, me he propuesto escribir de manera libre, sin obligaciones, dos veces a la semana o una al año, quien sabe.

La fama es una amiga veleidosa. Nunca entendí esa frase, yo que siempre fantaseé con ser actor, me preguntaba en qué mente la fama podía no ser buena, dinero, juventud, atractivo físico, admiración, talento, son los principales adjetivos de la fama, ¿qué podía pasar?
Pero pasan los años, y me doy cuenta de que tengo que estar equivocado por narices, que la gente no puede estar cayendo como moscas por nada, que algo tiene que pasar en ese fascinante, enigmático y cada vez más oscuro mundo.
Esas personas que tanto lucharon por llegar ahí, ¿que pudo pasar? ¿Fue la presión? La sensación de estar en las miras de todas, de ser vigilado, de no poder dar un paso sin que lo sepan 200 millones de personas. ¿Te desequilibra? ¿te hunde?
¿Qué hubiera pasado con esos chicos y chicas si no hubieran estado ahí en medio de todo? ¿Por su naturaleza no podían soportarlo? ¿Eran gente que no habían nacido para ese mundo?
Fuera de las cámaras, los reportajes, las fiestas, las chicas y los chicos, la televisión, ... eran simplemente hijos, maridos o mujeres, madres o padres, amigos o amigas, y éso era lo realmente importante.
Cuando uno de ellos nos deja, tenemos la sensación de haber perdido algo maravilloso, que quizá no apreciábamos lo suficiente, nuestra mente se ve avasallada por recuerdos que hasta ahora desconocíamos.
Por todas aquellas víctimas de la fama, se os echa mucho de menos. Tengo la sensación de que el mundo es menos apetecible sin vosotros..

PD: Quería dedicar esta entrada desde hace mucho al gran Heath Ledger


Y también a Johnny Lewis, me he enterado de su muerte hoy.

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